Este animal nace de la cruza entre un
grifo y una
yegua. Su cabeza, alas, pecho y patas delanteras son como las de un
águila, característica heredada del padre, y el resto del cuerpo es como el de un
caballo, como la madre. El
hipogrifo tiene un cuerpo armónico, como el del caballo alado o
pegaso.
Se considera al
hipogrifo un símbolo de lo imposible, ya que los grifos solían representarse como animales que detestaban a los caballos, cazándolos y matándolo muy a menudo.